El proceso de Mejora Continua es aquel mediante el cual aplicamos los conceptos del ciclo de Demming que nos invita a planificar, hacer, verificar y actuar.
Dentro de este ciclo está, como ya mencionamos, la instancia de verificación. En esta etapa nos encargamos de entender si el proceso que estamos realizando es correcto, aplicable y funcional a la organización.
Durante el proceso de verificación podemos encontrar hallazgos, que son todos los aspectos de la organización susceptibles a ser mejorados. La existencia de estos hallazgos no son buenos ni malos, simplemente nos indican y nos ayudan a conocer algo que podemos mejorar o que no se está haciendo tal cual lo planeamos.
Cuando uno de estos hallazgos es algo que se puede mejorar lo llamamos oportunidad de mejora. Este concepto significa que verificamos el proceso y nos dimos cuenta que hay algo que no estábamos haciendo y que podemos hacer para que el proceso fluya de la manera más efectiva posible.
En este trayecto de verificación también podemos encontrar la no-conformidad. Esto ocurre cuando algo del proceso que habíamos definido previamente no se está llevando a cabo de la manera planeada. En ocasiones así, podemos ponerle un alto al proceso y analizar aquello que no coincide con nuestros planes iniciales.
Para tratar estos hallazgos y encontrar soluciones a largo plazo proponemos utilizar la metodología de los cinco por qué. Esto significa que —al encontrar un hallazgo— nos preguntamos cinco veces qué ocurrió para que no funcionara de la forma pensada. De esta manera podremos encontrar la causa raíz, que nos permitirá plantear e implementar soluciones de largo plazo. Desde Mind & Process queremos invitarlos a trabajar en Mejora Continua para encontrar soluciones efectivas y definitivas en sus procesos, trabajando en conjunto con los equipos que forman tu organización, e involucrando a cada parte de los procesos, para incorporar la mejora continua a modo de Cultura.