La industria minera se sostiene en una cadena de valor que depende de múltiples actores. Formar parte de esa cadena como proveedor no solo exige capacidad operativa: requiere gestión, trazabilidad y estándares de calidad alineados con los del sector, que muchas veces son los que exigen empresas internacionales, corporaciones. La certificación ISO 9001 permite a las organizaciones insertarse con solidez en esta red, y asegurar el cumplimiento de requerimientos de gestión de estándares internacionales, generando relaciones de largo plazo y oportunidades reales de crecimiento asegurando tener conversaciones con los mismos lenguajes.
Cuando una empresa minera comienza a operar en la región, necesita construir su cadena de valor con proveedores que brinden servicios como alimentación, mantenimiento, logística, alojamiento, insumos, entre muchos otros.
Ser parte de esa cadena no depende solo del costo o la experiencia. Puede también estar relacionado, a la posibilidad de demostrar, tener evidencia, que se cuenta con una estructura de gestión profesional, alineada a los requisitos operativos, normativos y de Mejora Continua que exige la industria. La certificación ISO 9001 es, en este sentido, el idioma en común, la evidencia.
¿Qué valoran las mineras al momento de elegir proveedores?
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Sistemas de gestión estructurados.
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Cumplimiento normativo y profesionalismo.
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Niveles de servicio.
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Capacidad de Mejora Continua y adaptación.